El coltan o coltán no es un mineral propiamente dicho sino la abreviatura de dos minerales: columbita, un mineral de columbio, o niobio, y tantalita, un mineral de tántalo (elemento). Es una serie de minerales formados por la mezcla de: columbita que está compuesta por óxidos de niobio, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Nb2O6], y tantalita que está compuesta por óxido de tántalo, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Ta2O6] en cualquier proporción. Es de color gris metálico oscuro. De él se extrae el metal tantalio. Estos óxidos constituyen una solución sólida en ambos minerales.
Son escasos en la naturaleza y dan un claro ejemplo de materiales considerados simples curiosidades mineralógicas, cruciales para el avance tecnológico debido a sus nuevas aplicaciones.
El principal productor de coltan es la República Democrática del Congo con cerca del 80% de las reservas mundiales, si bien existen reservas probadas y/o en explotación en Brasil con el 5% de las reservas, Tailandia con otro 5% y Australia, esta última con el 10% de las reservas mundiales estimadas. Según informes de agencias internacionales y de prensa,[1] [2] la exportación de coltan ha ayudado a financiar a varios bandos de la Segunda Guerra del Congo, un conflicto que ha resultado con un balance aproximado de más de 5 millones de muertos.[3] Ruanda y Uganda están actualmente exportando coltan robado del Congo a occidente (principalmente a los Estados Unidos), en donde se utiliza casi exclusivamente en la fabricación de condensadors electrolíticos de tantalio. Es utilizado en casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, armas teledirigidas, televisores de plasma, videoconsolas, ordenadores portátiles, PDAs, MP3, MP4...